Después de el viaje en tranvía por bellos paisajes llegamos a Bonn, andamos un poco y casi sin querer aparecemos en la plaza principal, dónde se encuentra la estatua a Beethoven y la Catedral de San Martín. Por desgracia en esta última no pudimos entrar, pero ya volveremos, porque nos han dicho que es impresionante.
Estatua de Beethoven |
Catedral de San Martín |
Universidad de Bonn |
Y seguimos andando. Llegamos a la casa de Beethoven sin querer (pensábamos que estaba bastante más lejos) y decidimos verla entera, ya que ahora es un museo abierto al público. Nos gustó mucho, ya que está llena de sus antiguas partituras, pianos, cuadros, libros, y demás cosas personales. Aprendimos bastante sobre su vida y pudimos escuchar música suya que no conocíamos.
Das Altes Rathaus |
La Casa de Beethoven |
Ahora tocaba la comida, y encontramos un mexicano bastante chulo y rico (eso si, de música mexicana sabían poco, nos pusieron el Fary, Andy y Lucas, entre otros... ).
Comida del día |
Y seguimos rondando por Bonn, fuimos a la antigua aduana que tenían en el Rin (y lo vimos por fin, que me da hasta vergüenza decir que aún no lo habíamos visto...) y las vistas eran increíbles, tanto del Rin como de Bonn.
Para ver lo último que nos quedaba por la zona fuimos a un museo sobre cómo se vivió la época nazi en Bonn. No fue gran cosa y además entendimos bien poco (todo eran parrafadas enoooorme en alemán...) pero bueno, tampoco estuvo mal.
Acabamos y nos fuimos directas al tranvía que nos dejo casi en la puerta de nuestra próxima visita: der Alter Friedhof (cementerio antiguo). Nos hacía el ambiente perfecto (algo de llovizna y totalmente nublado) que le doy un toque algo siniestro. Pero el cementerio en sí nos gustó una barbaridad, estaba muy bien cuidado y la mayoría de las tumbas eran muy bonitas. En medio había una cripta bastante bonita, pero por desgracia, cerrada.
La siguiente y última parada era la Doppelkirche. Cogimos el tranvía otra vez y llegamos hasta la parada de dicha iglesia. Teníamos que andar bastante para llegar a la iglesia, llovía muchísimo, íbamos sin paraguas y estábamos muertas, por lo que decidimos dejar esta iglesia para otra vez que viniéramos.
Así que esta fue nuestra visita a Bonn. Simplemente debo decir que todo el que venga a verme va a ir sí o sí, porque de verdad que es una ciudad chiquitita pero preciosísima!
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